GIJÓN. QUÉ HACER, QUÉ VER, QUÉ SENTIR.

Si, es cierto. Una imagen vale más que mil palabras…
En un mundo desordenado, fugaz, y transitorio…
En una época de fotografías rápidas, vídeos en bucle, cámaras frontales, móviles inteligentes, comportamientos “poco naturales”, y personas… que se dejan llevar.
En uno de los años más raros de la historia, después de unos meses de “parón por imposición”, y en un verano a medio gas… Aunque una imagen valga más que mil palabras, permítete regalarte estos 2 minutos de lectura. Permítete llenarte de recuerdos si ya lo sentiste, o de imaginación para cuando vengas (porque vendrás) a sentir. Porque Gijón del alma, es sentimiento.

Gijón es para disfrutarlo al máximo, experimentarlo a más no poder, saborearlo desde la playa del Arbeyal hasta Estaño, pas(e)ando por los miradores de La Campa Torres, El Elogio del Horizonte, El Picu el Sol, y La providencia, y sin dejar de conocer al Pelayín de la Plaza El Marqués, La plazuela, El Parchís, La Iglesia de San Pedro, La Escalerona del paseo del muro, El Jardín Botánico, o la Universidad Laboral.

Gijón es para vivir… como dice Leiva, como si fueras a morir mañana.


Lo mismo podemos de decir de Asturias, sin lugar a dudas. Asturias entera y verdadera, de Este a Oeste, del Cantábrico al Negrón… pero aquí, venimos a hablar de Xixón.


Ciudad con olor a mar, sardines a la plancha, y sidrina recién escanciada. Ciudad de bullicio bonachón. Ciudad llana, como los paisanos y paisanas. Ciudad de sabor… ácido, picante, dulce, salado… pero exquisito, asegurado.


Semana Negra, Metrópoli, October, festivales, libros, música en la calle, mercaos tradicionales, cultura, conciertos, luces, exposiciones…


Feria de Muestras, bocadillo de calamares, tarta San Martín, y disfrutar de lo de siempre, como nunca…


Fiestes de prau, barraca, sidra, pipes, orquestines, risas y bailes hasta las tantas con tu gente… y con (otra, buena, y recién conocida), gente.

Semana grande, o SEMANONA, todo a lo grande. Que aquí somos tan exageraos como buena gente. Noche de los fuegos, día de Begoña (nuestra patrona), Danza Prima, y Restallón, otra vez… a lo grande. Buen momento para mencionar a Las Letronas, parada y fotografía obligatoria para toda persona gijonesa, y/o forastera.


Todo lo que el Covid se llevó (Vale, Las Letronas no, ahí siguen, esperando tu mejor sonrisa), pero que volverá con más fuerza que nunca.

Mientras tanto, consumimos en la ciudad, hacemos gasto en el comercio local, recomendamos y compartimos en redes, llevamos a nuestra familia y amigos, compramos en la tiendina de barrio… y así, entre todas y todos, impulsamos Gijón.

Tortillina y croquetines en sidrerías y merenderos como Casa Yoli, el Cruce, El Pilu, Las Peñas, Casa Arturo, El Texu, La Casina…
Hamburguesas y perritos caseros de los Vikingos, La Escalerona, Burguer Chopper…


Locales por Marqués de Casa Valdés y alrededores, su ambiente cervecero, sus cafés especiales, y sus libros revoltosos…


Terraceo por la Ruta Los Vinos con su tapina correspondiente…
Atardeceres en la cuesta El Cholo, marisquerías y sidrerias por Cimavilla, cócteles y terraceo nocturno por Fomento, y por San Lorenzo. ¡Entre la quince y la veintidós! Si, aquí en Gijón nos ubicamos por las escaleras de la playa.


Experiencias diferentes y personalizadas, como un relajante hammam en pleno barrio de L’ arena, o una divertida gymkhana Meca y Eso para conocer y mostrarte de primera mano, todo esto que te estamos contando, y mucho más.


Ocio, cultura, deporte, diversión. Ciudad para recorrer en patines, y sobre todo tipo de ruedas. Ciudad ciclista, corredora, jugadora de palas, escaladora, surfera, motera de asfalto, y también de agua.
Empresas de turismo activo que te llenarán de adrenalina y ganas de poner en práctica el deporte gijonés.


El Molinón, el estadio de fútbol más antiguo de España, y que de tantas emociones nos llena, rodeada de unos soportales perfectos para desayunar, comer, cenar, tomarte un vermú, o dos.


El heladín caseru de la Heladería Islandia, La Ibense, o Verdú…


El Llano, el barrio la sidra, su sidra, sus chigres, y su no se qué… que qué se yo, que te hace volver. Porque en Gijón… si no ganas, empatas. Y por que siempre, por algo será, que acabas volviendo.

Y es que no pasa nada sino lo conoces o disfrutas de todo, porque como bien dicen por ahí, hay que procurar siempre dejar algo por hacer y por ver… para volver.

Meca! ¡Cuéntanos!